La Sala Civil del Tribunal Supremo ha declarado a una escuela religiosa de Valencia responsable civil de la muerte de una niña de seis años a consecuencia de un golpe en la cabeza sufrido durante el recreo. Aunque no hubo responsabilidad penal de ningún docente por el faltal desenlace, el tribunal entiende que sí la hay civil y que el Colegio San José y su aseguradora deben indemnizar a los padres y la hermana de la niña fallecida con 45.000 euros.
El 25 de marzo de 1999, unos 300 niños, a cargo de tres profesoras, se refugiaron en un pasillo cubierto en forma de L de unos 200 metros cuadrados debido a la lluvia. Esa situación, según determinó la Audiencia de Valencia, no permitía a los niños moverse o jugar con espacio suficiente, y en cambio propiciaba los contactos "más o menos bruscos". Y fue así cómo uno de los alumnos propinó un empujón a la niña que le hizo perder el equilibrio y golpearse contra un banco, lo que le provocó una fractura en el lado izquierdo del cráneo.
Para el alto tribunal, el recreo en un espacio cubierto no representa, en principio, un especial peligro para niños de educación infantil y primaria. Pero si en ese espacio se concentran 300 niños bajo la vigilancia de sólo tres profesoras, el riesgo es más que patente, "por la imposibilidad del personal docente de vigilar a tantos niños en un espacio tan reducido y la posibilidad de que tamaña concentración provoque reaciones o conductas agresivas".
En suma, el Supremo considera probada la negligencia del colegio y su relación causal con el resultado, "ya que la lluvia no imponía necesariamente que los niños hubieran de concentrarse en el espacio común cubierto" cuando "se daba la alternativa de que cada grupo hubiera disfrutado del recreo en su correspondiente aula bajo la supervisión de la profesora o de otra que la sustituyera".
La Federación de Sindicatos Independientes de la Enseñanza (FSIE) criticó el fallo por tratarse de "unos hechos "fortuitos" en los que los profesores no tuvieron "ninguna responsabilidad", informa Lydia Garrido. El sindicato no cree que el Supremo dé "argumentos suficientes" contra la forma en que se realizó la vigilancia ese día y asegura que "tanto la dirección como los profesores tomaron todas las medidas para realizar una buena vigilancia". "No pensamos que haya de ser el centro quien tenga que probar su diligencia", puesto que "debe haber una presunción de inocencia que en este caso parece no se da".
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1 opiniones:
Me parece indignante que toda la culpa se la lleve el colegio y esos profesores, cuando para empezar, ¿por qué no había más espacio cubierto en el colegio?
No somos dioses, no podemos controlar a todos los niños, sean 25 o 300. Es imposible.
¿Retener a los niños en sus aulas? Como que es posible tener a un grupo toda una mañana en el aula.
Que el centro y los maestros no tienen culpa de este accidente, que no somos dioses, y que ya está bien de no tener como docentes ningún amparo. Estamos indefensos ante la ley.
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